¿POR QUÉ COMPRAMOS?
En el acto de compra influye una pluralidad de factores. El consumidor se enfrenta a múltiples motivaciones a la hora de decantarse por la compra de uno u otro producto. Puesto que el deber de las marcas es conocer a sus clientes, es también su deber estar al tanto de las diferentes motivaciones de compra del consumidor. El experto en marketing Bryan Eisenberg las desgrana a continuación en su blog personal:
1. Necesidades básicas: el consumidor tiene inevitablemente que llenar la nevera.
2. Conveniencia: el consumidor necesita algo urgentemente en un momento concreto y compra lo que tiene más a mano.
3. Recambio: a veces hay que comprar algo para sustituir otra cosa que ya no da el servicio que se espera de ella.
4. Escasez: el consumidor compra un producto por su exclusividad o porque sus existencias son ya muy limitadas.
5. Prestigio: el consumidor compra un producto para ganar en “prestigio” de cara a los demás.
6. Vacío emocional: a veces la gente compra simplemente para sustituir cosas que ni tiene ni nunca tendrá.
7. Precios bajos: un producto a un precio excepcionalmente bajo es casi siempre un imán para el consumidor.
8. Buena relación calidad-precio: el consumidor no necesita en realidad el producto, pero lo termina comprando porque su relación calidad-precio es inmejorable.
9. Reconocimiento del nombre de la marca: cuando compra por primera vez un determinado producto, el consumidor se suele decantar por la marca más conocida, aquella que le resulta más familiar.
10. Moda e innovación: el consumidor compra un producto porque está de moda y todo el mundo habla de él
.
11. Compra obligatoria: una fuerza externa obliga al consumidor a comprar un producto. Es el caso, por ejemplo, de la compra de uniformes y de libros de texto para el colegio.
12. Alimento para el ego: en ocasiones, el consumidor compra simplemente un producto porque cree que éste le va ayudar a sentirse mejor que el resto.
13. Identificación: el consumidor compra porque se siente identificado con el target del producto.
14. Presión: las compras son a veces motivadas por la necesidad de estar a la altura del resto. La gente compra lo que tienen también sus amigos.
15. Solidaridad: el consumidor compra un producto porque cree que haciéndolo está contribuyendo a una buena causa.
16. Reciprocidad: en este caso, el consumidor compra un producto para dárselo a otra persona que previamente le ha dado algo.
17. Empatía: el consumidor compra un producto porque siente empatía por él, aun siendo consciente de que su relación calidad-precio no es la mejor.
18. Adicción: en este caso es una fuerte adicción la motiva la compra.
19. Miedo: en determinadas ocasiones, el consumidor compra algo simplemente para sentirse más seguro y ahuyentar así el miedo.
20. Indulgencia: el consumidor compra un producto simplemente por darse el gusto de hacerlo.
GRUPO BILDERBERG
El Club Bilderberg se llama así por el nombre del hotel neerlandés que escogieron en 1954 siguiendo la iniciativa de Bernardo de Holanda y David Rockefeller. Desde el principio, el núcleo del club lo han formado políticos, financieros y grandes corporaciones. Pese a que el Club siempre ha pretendido como leitmotiv buscar un mayor entendimiento entre Norteamérica y Europa tras la II Guerra Mundial y en pos de objetivos comunes, los intereses de la élite son otros, según expertos en estructuras cerradas supranacionales como el analista y escritor Daniel Estulin. Estamos refiriéndonos a una verdadera casta formada siempre por élites blancas de Europa y Norteamérica y cuyo objeto, heredado de ancestrales círculos de poder, es mantener los privilegios que vieron peligrar tras el proceso de descolonización. Pese a que hace tres años el Club abrió un gabinete de prensa, en sus reuniones no existe un acuerdo final ni se emiten declaraciones políticas y todo lo que allí se habla continúa siendo confidencial en grado sumo. Obviamente, el control de la población humana es demasiado complejo, ambicioso y, por naturaleza, ha de permanecer bajo el más absoluto secreto. Ellos deciden cuándo y cómo aumentará el precio del petróleo, donde debe estallar una revuelta política o el devenir de una nueva moneda. Su fin es, según Estulin, la Empresa Mundial SA: poderes fácticos, económicos y financieros, con un poder mayor que cualquier gobierno en el planeta.
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